Notimex
El Universal
Montreal, 3 Oct (Notimex).- Las altas temperaturas registradas
en el Artico Superior provocaron el deshielo este verano en regiones
donde por lo regular sólo se reduce el espesor de los bancos de
hielo, según expertos.
Las estaciones de meteorología de Canadá en las regiones polares
del Artico han registrado temperaturas de hasta 22 grados
centígrados, 15 grados más que las normales, lo que explica que en
septiembre se fundiera la capa de hielo en algunas regiones.
El profesor de geografía, Scott Lamoureux, que dirige el
Proyecto del Año Polar Internacional, dijo que se han observado
"dramáticos cambios" en las aguas del Artico, algo que "nosotros
preveíamos para el futuro".
Este recalentamiento se produce por la acumulación en la
atmósfera de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), que provocan el
llamado cambio climático, al retener los rayos infrarrojos de la luz
solar e impedir su disipación en el espacio.
El aumento de las emisiones de GEI se explica por el incremento
en el uso de los combustibles fósiles y otras actividades humanas que
generan dióxido de carbono y otros gases contaminantes.
El clima del Artico se recalienta a un ritmo dos veces superior
al del resto del planeta y las temperaturas en toda esa región
podrían aumentar en promedio de 4.0 a 7.0 grados de aquí a 2100, como
pronosticó hace dos años el Foro intergubernamental de Evaluación del
Impacto climático (FEIC).
Dicho foro está conformado por científicos de los ocho países
que tienen fronteras en el Artico.
En Meville Island, en el llamado Artico Superior, se registraron
en julio temperaturas superiores a los 20 grados, cuando el promedio
normal es de 5.0 grados.
Esto explica que los investigadores canadienses hayan
presenciado el derretimiento del permafrost (capa de hielo
permanentemente congelada en los niveles superficiales del suelo de
las regiones muy frías) hasta un metro de profundidad.
Este derretimiento causó "catastróficos lavados de tierra" en
las colinas y "nuestros ojos vieron, literalmente, como el paisaje se
partía en pedazos", dijo Lamoureux.
Estas temperaturas elevadas, que podrían indicar un
aceleramiento del cambio climático no previsto en los modelos
científicos, explican que el Paso del Noroeste del Artico -que
permitiría navegar del Océano Atlántico al Pacífico-, haya quedado
abierto.
El 21 de agosto pasado, y por primera vez en la historia, el
Paso del Noroeste quedó abierto a la navegación para buques normales,
sin acompañamiento de rompehielos.
El glaciólogo estadunidense Mark Serrez, de la Universidad de
Colorado, estima que dentro de tres décadas los bancos de hielo del
Artico desaparecerán durante el verano.
La desaparición de la espesa capa de hielo en las aguas del
Artico y el derretimiento del permafrost tendrá un impacto devastador
para la fauna animal de esa región y para las comunidades indígenas
que las habitan desde hace más de 10 mil años.
La ola de calor también es sentida en otras regiones de Canadá,
como en Québec, donde en septiembre pasado se registró un aumento de
2.0 grados de la temperatura sobre el promedio normal, algo
suficiente como para alargar los calores del verano.
El cambio climático que experimenta Canadá tendrá su impacto en
la agricultura, con algunos beneficios por el alargamiento del
periodo favorable al crecimiento de las plantas.
Se estima que por este recalentamiento será posible cultivar
cereales en latitudes más elevadas que las actuales e incluso algunos
frutales.
Este cambio también causará nuevos peligros, como las plagas de
insectos que normalmente no sobrevivían a los duros inviernos de
antaño, algo que ha experimentado la industria forestal en Columbia
Británica y Alberta.
El recalentamiento también modificará el acceso al agua en las
provincias del Oeste, cuyos ríos y lagos se nutren del derretimiento
paulatino de glaciares que están fundiéndose de manera acelerada y
desaparecerán en las próximas décadas.
Los científicos advierten que las regiones cerealeras del Oeste
están amenazadas de sequías prolongadas, mientras que en otras partes
los agricultores se quejan de las lluvias torrenciales durante el
verano, que antes no existían.